Las cookies y las estadísticas libran una intensa guerra: por un lado, tenemos al departamento legal, que sigue a rajatabla las leyes y busca cubrirse bien las espaldas; por otro lado, tenemos al departamento de análitica junto a sus aliados (el departamento de marketing, desarrollo de producto, negocio y editorial). La superioridad númerica de los aliados es clara, pero las armas legales son duras, y es que «dura lex, sed lex» (‘la ley es dura, pero es ley’).
Las estadísticas forman parte de la raíz del conflicto. Toda empresa en Internet necesita crecer y, para ello, necesita información, conocer qué cosas funcionan mejor o peor, muchos negocios necesitan además justificar sus servicios basándose en las estadísticas y, en todo esto, el análisis de las métricas por parte del departamento de analítica juega un papel fundamental. Son ellos quienes pueden convertir esos números en acciones que posteriormente generarán valor.
ADVERTENCIA: Las primeras bombas llegan con una caída de tráfico en las estadísticas que suele rondar el 90 %. Lógicamente, esto sucede tras aplicar el banner de aviso de cookies junto con el bloqueo de todas ellas (Google Analytics, Tealium, etc.). No obstante, siendo rigurosos, no podríamos hablar de una «caída de tráfico», ya que en realidad el tráfico sigue estando y sigue habiendo visitas al sitio web, lo que sucede es que estas visitas no se están contabilizando y el tráfico no se está midiendo por las cookies bloqueadas.
Ahora bien, ponte a explicar estas batallitas al cliente que paga por publicidad. A este cliente lo que le interesa es conocer las impresiones, visitas y otras métricas. Por un lado, la explicación de esto no será entendible para algunos clientes y, por otro, aun entendiéndolo, no es relevante, ya que su inversión económica ha de estar justificada.
Pero si la ley es importante, comer también lo es, y ya se sabe que con la comida no se juega. Entonces, podemos encontrarnos ante la tesitura de no cumplir la ley, seguir con nuestro negocio y ofrecer los servicios como veníamos haciendo o cumplir la ley y asumir que perderemos una importante cuota de mercado.
Y es aquí cuando la diplomacia entra en juego para intentar solucionar el conflicto. Una diplomacia que puede estar representada por el departamento de estrategia en combinación con el departamento de UX (experiencia de usuario). Juntos deberán situarse a medio camino entre ambos bandos y proponer soluciones como puntos mínimos de encuentro. Lógicamente, nunca se podrá llegar a máximos, porque el adversario saldría perjudicado y ambos son igualmente necesarios.
El objetivo estratégico será conseguir la mayor cantidad de estadísticas posibles cumpliendo la ley. A continuación, te comparto algunas soluciones desde el punto de vista estratégico y de experiencia de usuario.
Promover la interacción del usuario
- El banner para el aviso de cookies ha de ser más notorio, esto no quiere decir más grande (que también puede ser), pero el objetivo es que el usuario se percate de su existencia. A veces, es suficiente mostrándolo con un leve movimiento para que el usuario lo vea e interactúe con él aceptando las cookies (con la consiguiente recopilación de estadísticas).
- Otra opción es decantarnos por la fuerza bruta de un cookie wall. Al visitar la web se vuelve opaca y bloquea la navegación, al mismo tiempo aparece en una ventana emergente el aviso de cookies como único elemento para desbloquear la navegación en la web. Esta es sin duda la opción más drástica, pero también la que repercute en mayor recopilación de estadísticas, ya que se suele ganar entre el 60 % y el 80 % de lo perdido.
Promover la aceptación de todas las cookies
- Con un botón de Aceptar todas las cookies bien diseñado centramos el foco de atención del usuario en ese elemento; en cambio, si añadimos otros como el de Rechazar cookies, ya estaremos creando competencia y múltiples acciones.
- Además de esto, también podemos agregar una capa de diseño CSS para mejorar el botón: su visibilidad, efecto y, por consiguiente, el uso.
- Por ejemplo, ante un botón rojo es probable que no consigamos muchos clics, en cambio, sí con uno verde.
- Si sombreamos un poco el botón, también resaltará más.
- Si ampliamos esa sombra al situar el ratón por encima de este, invitaremos a que el usuario haga clic.
Alejar la posibilidad de rechazar cookies
- Es perfectamente legal no incorporar un botón de Rechazar cookies en el aviso, siempre y cuando demos acceso a esa opción. Para ello, podemos incluir un enlace de Configuración de cookies desde el cual el usuario podrá acceder y desde allí rechazar las cookies.
- He visto algunos casos que llevan esta estrategia al máximo y sitúan el enlace al final del párrafo del aviso de cookies. Al no situarlo al mismo nivel que el botón de aceptar, da a entender que solo cabe aceptar.
Menos elementos de interacción
- Cuantos menos elementos «cliqueables» tenga el aviso, mejor. Podemos prescindir del enlace a la política de privacidad, siempre y cuando este se encuentre dentro de la Configuración de cookies.
- Basta solo con dos elementos en el aviso de cookies: el botón Aceptar todas las cookies y el enlace Configuración de cookies.
ADVERTENCIA: En la publicación de este libro estas estrategias son acordes a la legalidad, aunque esto puede cambiar más adelante.
Otras soluciones para recopilar más estadísticas:
- Usar más fuentes de tráfico.
- Cloudflare : Que no utiliza cookies para recopilar métricas de uso.
- Logs de servidor: GoAccess , AWStats , WebAlizer
- Alternativas Google Analytics
- Matomo – La alternativa de Google Analytics que protege datos y la privacidad de clientes.
- Plugin de contador de visitas
- Seguramente exista algún plugin que simplemente cuente la visitas de los posts o páginas que tenemos en nuestro WordPress sin falta de cargar cookies. Incluso podría programarse fácilmente.
ADVERTENCIA: No hagas recargas de la página tras la interacción con el banner, ya que generan rebotes en las estadísticas. Las cookies han de cargarse de forma dinámica y transparente para el usuario una vez que acepta las cookies.
ADVERTENCIA: Se puede interpretar que la anonimización (o enmascaramiento) de IP en Analytics 63 es una solución para seguir cargando cookies de Google Analytics, ya que al no tener la IP, no se puede relacionar una métrica con una persona. Sin embargo, aunque se utilice esa versión de IP anonimizada se siguen cargando cookies, que es lo relevante aquí.
CONSEJO: En la adaptación al RGPD es muy importante que vayas de la mano del departamento de analítica.